18 nov 2020

Semana 33 - DPCC 3

Tema: Migraciones e identidades.

Competencia: Convive y participa democráticamente en la búsqueda del bien común.

Fuente: Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica 3 secundaria – Ediciones Savla.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define las migraciones internas como el desplazamiento poblacional de un lugar a otro, generalmente hacia unidades político – administrativas mayores (departamentos) y entre unidades políticas menores (distritos), con la finalidad de establecer una residencia permanente.

En las zonas receptoras, los migrantes van difundiendo poco a poco aspectos propios de su cultura: festividades, sistemas de organizaciones colectivas (basados en vínculos familiares solidarios), gastronomía, entre otros. De esta manera, los espacios receptores también sufren transformaciones.

LAS MIGRACIONES INTERNAS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX.

entre los factores que apresuraron las migraciones de la segunda mitad del siglo xx en el Perú, destaca la crisis del sector agrario que propició la migración poblacional de sierra y selva. Además, el centralismo administrativo del Estado concentrado sobre todo en la capital, acaparaba los servicios de educación y salud, y también las oportunidades laborales.

Miles de peruanos se desplazaron hacia las ciudades con la esperanza de mejorar su calidad de vida. Esto generó un acelerado urbanismo en las ciudades y un despoblamiento de gran parte de las zonas rurales en la década de 1970.

LA DÉCADA DE 1980 Y LOS DESPLAZADOS POR LA VIOLENCIA.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el término “desplazado” alude a aquella persona o colectividad que se ve forzada a abandonar su lugar de residencia, sus pertenencias y las diversas actividades cotidianas debido a conflictos armados, violación generalizada, desastres naturales, etc.

En el Perú, este fenómeno tuvo como principal causa la violencia terrorista durante décadas de 1980 y 1990. Miles de peruanos del interior del país huyeron debido al peligro suscitado por el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), pero también ante la respuesta de los agentes del Estado peruano. La población directamente afectada por la violencia tuvo que abandonar sus zonas de origen para salvaguardar su vida.

INSERCIÓN DE LOS MIGRANTES EN LAS URBES.

Los migrantes tuvieron que lidiar su llegada con actitudes discriminatorias y de exclusión social de la población residente en las ciudades.

Con pocas posibilidades de insertarse laboralmente, disponer de una casa, lograr educación de calidad, entre otros, vieron que su situación socioeconómica no mejoró. Por el contrario, fue igual o peor que la que tuvieron en sus zonas de origen.

Revertir esta situación fue un proceso lento. En muchos casos se valieron de sus redes sociales (reciprocidad, familia extensa o simplemente el padrinazgo) para abrirse nuevos caminos. Dedicados al trabajo fabril como obreros u operarios o constituyendo sus propios negocios (mypes), paulatinamente fueron superando las condiciones adversas para ofrecer a sus descendientes una mejor calidad de vida.

EXPRESIONES CULTURAES E IDENTIDADES DE LOS MIGRANTES EN LAS CIUDADES.

En la medida de lo posible, los migrantes trataron de reproducir y recrear en sus nuevos espacios de residencia sus tradiciones. Dos de las expresiones más visibles del modo en que se reproducen las identidades de los migrantes giran en torno a los clubes de migrantes y a las festividades populares.

Las organizaciones o asociaciones de migrantes:

Los migrantes en las ciudades apelaron a diversos recursos culturales par organizarse como, por ejemplo, las relaciones de parentesco, compadrazgo o amistad; la veneración a un santo, la pertenencia a la institución comunal, etc.

Estas agrupaciones o asociaciones estuvieron integradas por los migrantes procedentes de una misma zona de origen: un pueblo, un distrito, un anexo, un departamento, etc., y el círculo de parientes más cercanos.

En estos espacios se organizaron múltiples actividades culturales, sociales y deportivas los fines de semana, con la finalidad de reunir a los paisanos dispersos por diversos barrios de la ciudad. En dichas actividades los migrantes tenían la posibilidad de intercambiar información sobre oportunidades de trabajo y vivienda, así como también de entablar relaciones afectivas, algo que aún se sigue poniendo en práctica en varias ciudades.

Las festividades populares

Son uno de los mayores aportes culturales de los migrantes. No se restringen solo a eventos religiosos, sino que también son actividades sociales y políticas. Entre las festividades populares más comunes se encuentran las fiestas patronales, los aniversarios del pueblo o de la comunidad, los carnavales y los campeonatos deportivos. En dichas festividades, los migrantes se reencuentran y conectan con sus tradiciones culturales; por ello, constituyen espacios donde se refuerzan el sentimiento de pertenencia, la identidad y los vínculos sociales y familiares.

 

ACTIVIDAD:

En el siguiente enlace encontrarás la actividad de esta entrada:



Fecha de entrega: Hasta el 30 de noviembre.