Tema: La economía incaica.
Competencia:
Construye interpretaciones históricas.
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Estimados
estudiantes, sean bienvenidos a nuestra sesión 33 del área de Ciencias Sociales
2. En el Tahuantinsuyo funcionó una economía sin moneda, mercado ni comercio.
Tampoco se recolectó tributo alguno de la forma en que se hace en la
actualidad. En su lugar se realizaba una redistribución de la producción agraria
y ganadera y de otros bienes que el Estado obtenía a través de diversos sistemas
como el control e los diversos pisos ecológicos. En esta entrada estudiaremos
la Economía inca.
Los
siguientes textos son sacados de los libros:
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Historia del Perú – Lexus.
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Historia, Geografía y Economía 1 – Editorial Santillana.
Las
referencias son hechas por el docente para facilitar la comprensión de los
conceptos.
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EL CONTROL VERTICAL DE LOS PISOS
ECOLÓGICOS.
Uno de los
fundamentos de la economía incaica fue el aprovechamiento de los recursos que se
pudieran obtener o producir en las diferentes regiones ecológicas del mundo
andino. Este sistema, denominado control vertical de los pisos ecológicos, data
de culturas anteriores como Wari y Tiahuanaco y fue adoptada y perfeccionado
por los incas.
Con el fin
de acceder a alimentos que no podían cultivar, debido a limitaciones como la
altura o el clima, el Estado establecía colonias en diferentes pisos
altitudinales. De este modo, en lugares bajos y próximos al mar obtenían
productos como pesado, maíz, algodón y ají. De la selva alta obtenían madrea,
coca, frutas y plumas. Estos lugares eran desarrollados y cuidados por
mitimaes.
LA REDISTRIBUCIÓN
Mediante
este sistema, el Estado garantizaba a los pobladores la protección y ayuda de
las autoridades y del inca en momentos de necesidad.
La población
prestaba[1] su
fuerza de trabajo en las mitas organizadas por el curaca quien devolvía lo
producido. El inca también aplicaba este sistema y redistribuía los bienes
entre la población, incluso de zonas muy lejanas.
SISTEMAS DE TRABAJO:
(*) AINI
Era un
sistema de servicios mutuos mediante el cual un poblador obtenía a través de la
reciprocidad, la colaboración de sus parientes en tareas del campo, el cuidado
del ganado, la edificación de casas entre otras.
(*) MINKA
Mediante
este sistema se realizaba obras de beneficio comunal, como, por ejemplo, la construcción
de depósitos o de un puente. Para llevarlas a cabo, el curaca convocaba a todos
los miembros del aillu, aunque también podían intervenir personas de otros
aillus.
(*) MITA
Era una
contribución laboral realizada por los hatunrunas en beneficio del Estado
durante un tiempo corto para producir bienes que serían utilizados como
excedentes. Durante sus servicios eran denominados mitayos. La mita constituía
el equivalente al tributo[2].
LA TENENCIA DE LA TIERRA
El
usufructo[3] de
la tierra era uno de los derechos que la población tenía por pertenecer a un
grupo de parentesco. El curaca, como representante del grupo, repartía a cada
miembro la cantidad de tierra que necesitaba para su subsistencia y la de su
familia. La unidad de medida era el tupu, cuyas dimensiones variaban de acuerdo
con la calidad de la tierra.
Una unidad
doméstica que recién se iniciaba recibía un tupu y medio. Al nacer el primer
hijo recibía un tupu adicional si era niño, y si era niña medio tupu. Cuando
los hijos se casaban los tupus adicionales que les habían sido asignados les
eran retirados. Algunos cronistas mencionan que la tierra se repartía anualmente,
pero como señala Jhon Murra, debió tratarse más bien de una reafirmación
ceremonial de la tierra a las que una familia tenía acceso y que debió llevarse
a cabo anualmente, lo que llevaría a pensar que existió una continuidad en la
tenencia de la tierra de parte de las familias.
El
cronista Guaman Poma señala que el “reparto” de las tierras tenía lugar después
de la cosecha, en el octavo mes del calendario inca, llamado chacraconacuy.
Correspondía a los meses de julio y agosto, y era el periodo en el que se
fertilizaba los suelos, se limpiaba y reparaba las acequias, y se organizaban
sacrificios para “purificar la tierra”.
Los
cronistas menciona que después de conquistar una región, los recursos como la
tierra, el agua y el ganado eran declarados “propiedad del estado”, aunque
inmediatamente eran “generosamente” cedidos a las poblaciones conquistadas. En realidad
se utilizaron modalidades distintas de acuerdo con la riqueza de los recursos y
la energía humana con que cada grupo contaba. Por lo general, los grupos
étnicos continuaban controlando las tierras productoras de tubérculos. Los
cambios se daban más bien en relación con las tierras productoras de coca y de
maíz. Al ser esta producción especialmente importante para el estado, muchas
veces parte de estas tierras, eran expropiadas para convertirlas en tierras dedicadas
al Estado y al culto solar.
ACTIVIDAD:
En el
siguiente enlace encontrarás la actividad de esta entrada:
Fecha de
entrega: Hasta el 30 de noviembre.
[1] Es un decir eso de que
prestaba su fuerza de trabajo, los hombres del común – hatun runas – eran obligados.
Claro que ellos ya por costumbre no se resistían a trabajar.
[2] O sea, los incas no pagaban
tributo en dinero, sino que lo hacían a través de su trabajo. Claro está, que
también pagaban tributo con productos.
[3] Derecho por el que una
persona puede usar los bienes de otra y disfrutar de sus beneficios, con la
obligación de conservarlos y cuidarlos como si fueran propios.