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Los estudiantes – en especial los
de secundaria – suelen ser muy prácticos hoy en día con respecto a sus tareas y
actividades en el colegio y estos quehaceres son lo que determinan su forma de
adquirir aprendizajes.
En primer lugar tienen en cuenta
su preferencia con respecto a la materia, si es una asignatura que les gusta le
toman más tiempo y cuidado, prestan atención al docente – tienen mejor
interrelación con éste -, buscan información – en libros y/o internet – sobre los
temas tratados, realizan las actividades de las clases con más entusiasmo que
el resto.
Otra de las cosas que toman en
consideración es la dificultad y el tiempo que les demanda el trabajo
académico. Si es muy dificultoso, probablemente un mayor número de estudiantes dejará
de hacer el trabajo, si el trabajo demanda de más tiempo también habrán más
desertores. Si es simple, también puede hacer que algunos deserten por no ofrecerles
nada atractivo, pero lo normal es que lo hagan rápidamente para dejar de tener
la tarea.
Si el tema les entusiasma, no se
contentarán con la información y las experiencias vividas en clase sino que
buscarán información y experiencias donde se pueda ejercitar lo aprendido.
Ejemplo, cuando joven aprende sobre la democracia y se concientiza que es el
mejor sistema político; en su interrelación con los demás siempre estará
alegando que estamos en un régimen democrático, leerá periódicos y se
preguntará qué es o no democrático con respecto a las actitudes de nuestros
políticos, participará en un debate donde su postura democrática saldrá a
relucir, etc.
Es probable que en el proceso de
aprendizaje el joven cometa errores, pero si cundiéramos esos errores como
posibilidades de aprendizaje, que en base a ese error podemos construir un
aprendizaje estaremos hablando de aprendizaje constructivo.
Por ejemplo, muchos estudiantes
pueden estar a favor de la democracia, pero sus actitudes en el aula pueden ser
autoritarias, están en error, con un debate sobre algunos personajes pueden
darse cuenta que estaban en error, reconocerlo y aprender cuáles son las
actitudes democráticas en el aula. Por ejemplo no discriminar a los chicos que
no tienen mejores condiciones para jugar algún deporte, que salgan a
representar siempre las mismas personas al salón de clases, etc.