30 dic 2013

Eduardo Paredes Gmeiner

Eduardo fue  mi estudiante el año pasado y ahora que ha cumplido 18 años tengo la suerte de entrevistarlo. Actualmente está estudiando ciencias de la comunicación y quiere ser un reportero audiovisual.

Me parece que los chicos de las Aldeas SOS – trabajé como profesor de matemática en la aldea de Zárate durante un verano - son privilegiados y por eso algunos tienen la actitud que tú tenías cuando te conocí.

Sí recuerdo que me comportaba mal una época. Ahora, las cosas en la aldea han cambiado y las madres sustitutas les hablan a sus hijos sobre las necesidades que atraviesa. Esto se debe a la recesión en Europa, de donde vienen los principales recursos.

¿Cómo crees que influenció en tu vida ser un niño de la aldea?

Creo que no hubiese sido piraña, pero creo que mi vida no hubiera sido tan bonita como lo ha sido hasta ahora, y hubiese sido uno más. Quizás hubiese ganado plata, pero no me hubiese puesto a estudiar.

Tienes razón, porque la aldea te ofrece una familia que muchos – incluso los que tienen a papá y a mamá juntos – envidiarían.

Sí, sin embargo a veces no nos damos cuenta y cometemos errores. A mi me tocó una madre cajamarquina a la antigua. Ella me enseñó a limpiar mi cuarto y es por eso que hoy no puedo tenerlo desordenado.

Pero la llegué a odiar, a mis doce años me sentía muy limitado por ella, me prohibía salir. Cuando había oportunidad de presentarla no quería hacerlo, porque tenía muchos prejuicios. Ella mide 1.50 m, es blancona y bonita… típica cajamarquina. No quería presentarla porque la veía muy diferente a mí.

¿Sentiste que estabas al lado de una trabajadora y no de una madre?

Sé que es un trabajo el que hacen. Pero en ese trabajo ellas se comprometen y en su día a día dejan de verlo así. Los niños de la aldea no las ven como trabajadoras.

En el caso de Edith, mi madre sustituta, la he llegado a considerar como tal porque me ha demostrado que en verdad le importo. Ella tiene una hija, y no le gustaba lo que hacía su madre, parece que tenía celos. Pero cuando mi madre nos la presentó, creo que ella comprendió y nos hicimos amigos.

Dices que tu madre sustituta te ha demostrado que en verdad le importas, ¿cómo así?

Le cuento que tuve dos intentos de suicidio, aunque la primera vez no fue tal, porque solo quería dormirme y me tomé siete pastillas de clonazepam, mi corazón hizo chuc, chuc y cuando me paré estaba en otro mundo cayéndome. Mi madre me atendió.

En la segunda ocasión fue a raíz de una discusión con mi madre, la insulté, le dije conchatumadre, vieja de mierda, etc. – le pedí que dijera las palabras porque no quería pronunciarlas -. Me sentí muy mal y me dolía en la cabeza cada palabra que le había dicho y por eso me tomé dos clonazepan, dos diazepam y tres o cuatro jarabes.

¿Por qué hiciste esa combinación?

Porque no había muchas de uno solo. Mi madre me cargó, me llevó en un auto al Hipólito Unanue y solo recuerdo que desperté con sondas en todo el cuerpo y allí estaba ella. Me di cuenta que verdaderamente le importaba.

¿La has visto por tu cumpleaños?

Sí, me ha hecho un desayuno-almuerzo.

En el colegio no eras buen estudiante, creo que nunca has sido buen estudiante. Cuando te vi, me dije este chico tiene problemas, debe ser un problema, me va dar problemas. ¿Cómo llegaste al San Juan Bautista? – colegio donde trabajo -.

Sí, he sido exigente. Recuerdo que en mi antepenúltimo colegio, cuando mi madre me iba a matricular le dije que me sacara porque allí había muchos pirañas. Tengo buenos amigos del Juan Pablo Segundo, pero creo que no era bueno.

Luego fui al San Nicolás, en las flores, más allasito nomás. Pero allí me sacaron porque estaba agarrando con la hija del director.

¿Qué significa agarrar? Me suena feo eso de agarrar y no logro entenderlo, pienso que agarrar debe ser manosear.

No, agarrar es chapar, o sea dar un beso nada más.

¿Y cómo crees que fue tu experiencia en el San Juan Bautista?

Yo no quería ir al San Juan Bautista, porque mis hermanos habían estudiado allí y los veía que no hacían nada. Entendía que era un colegio malaso, paraban cambiando de profesores a cada rato y encima los que se quedaban no hacían nada. No aprendí ni historia. – En ese momento me sentí aludido, pero estaba hablando del tiempo que no me conocía, uff -. Me quería cambiar de colegio.

Me quedé porque en vacacional conocí a Melisa y ya no me interesaban los estudios, sino que me apareció el chico gilero y me quedé. Yo no tenía que entrar a las clases de literatura, pero lo hice por ella. Me recuerdo que el profesor una vez se durmió y yo lo imitaba para que Melisa se ría.

Dime, ¿qué piensas de mí? – hago esta pregunta con miedo-.

El año pasado creí que se creía el profesor más más el mejor… creí que nos trataba como estúpidos. Pero, luego vi que tiene su carácter y que tiene un niño adentro que no quiere dejar salir.
Me acuerdo que lo admire bastante por su manera de enseñar. Fue muy diferente a todos los profesores, usted si vivía su materia.

Por otra parte, creo que le da miedo enamorarse… creo que, por sus notas, es muy negativo… es una persona reservada… aunque ahora no lo ha sido  - le conté unas cosas mías -.

Hazme una relación de personas especiales de la época del colegio:

  1. Aide, trabaja en la aldea… me dice Eduardito.
  2. Enzo - era un gringo, fue mi compañero de travesuras. Comprábamos esas bombitas y las tirábamos en la dirección. Pegábamos chicle en los asientos. Recuerdo que una vez cogimos un gato y lo tiramos, donde habían unos perros, diciéndole anda a jugar con tus amigos.
  3. Antonela y Lesly - buenas estudiantes del San Nicolás, me ayudaron me aconsejaron. Era como encontrar una calma.
  4. Jesús del San Juan Bautista.- fue la primera persona a quien le dije que vivía en una aldea.
  5. Hitoshi - porque me pareció alguien en quien puedo confiar algo sin tener el temor de que lo vaya a publicar en un blogger.
  6. Barzola- era sencillo y sincero. Un gesto de él decía mucho.
  7. Joseph- el quería estar con Melissa, me causó gracia su manera de ser. Me parece que le faltaba más amor.
  8. Profesora Rosa Vilcapoma- me pareció una persona frágil. Recuerdo que algunas compañeras le hicieron llorar, y por eso grité a mis compañeros, ¡qué mierda tienen ustedes, siempre están haciendo su grupito, me parecen las personas más hipócritas! Le di un papelito a la profesora diciéndole que si necesitaba algo no dude en pedírmelo porque nadie tiene el derecho de pisotearla.
  9. Profesor Matta - No te enseñaba matemática, te enseñaba de la vida.

No ha mencionado a Melisa en esta relación porque la ha estado nombrando en todo momento como la persona más importante en su vida. Le hago una pregunta maliciosa, ¿Estás seguro que no te vas a enamorar de otra persona?

Estando con Melisa, no.

Si quieres participar como uno de nuestros entrevistados, has clic aquí.

21 dic 2013

Angela Galino Campos

¿Qué música quieres escuchar?
A ver, sería bueno escuchar a Gloria Trevi, la escucho desde los 90s, me gusta mucho la del pelo suelto, porque es sinónimo de rebeldía.

Pongo la canción, y continúo con la siguiente pregunta: ¿A qué te estás dedicando amiga?
Estoy trabajando en un colegio nacional, estudiando inglés, la maestría en la Villareal, voy al gimnasio y probando cosas que me proponen y provocan como el de ser animadora en una yincana.

Sabes, hace poco participé en un debate en la universidad y me tocó defender la propuesta del matrimonio gay. ¿Por qué no estás de acuerdo con el matrimonio gay?
Me parece que la sociedad está muy liberal, he visto que los adolescentes no tienen la idea de qué es ser homosexual, creo que muchos de ellos lo están viendo como una moda, mientras que gente como techito – que pienso que es gay – ríe. Esto del matrimonio homosexual incentiva esta postura de los jóvenes que se declaran bisexuales, que dicen que pueden estar con un varón, una mujer, un perro, un gato… y no sé qué más.

El matrimonio gay me parece más una propaganda a favor de la cultura homosexual, no es que esté de acuerdo ni en contra, la cosa es no hacer tanto alarde. Si se quieren casar que se casen si las tienen bien claras.

Eso debe depender mucho del amor de las personas, yo estoy a favor en el sentido de que el Estado está para positivar realidades, y una realidad es la existencia de los homosexuales. Por otra parte, esto del matrimonio pienso es una cuestión de lo que acabas de decir, que las personas que se quieren que hagan lo que gusten. 

Dime, ¿piensas casarte?
Sí, aunque siento que el amor me ha sido esquivo, porque quizás no es mi tiempo, no es mi momento, quizás lo que me ha pasado es que me han venido tiempos emocionales y no amorosos.

¿No crees que ya no eres tan joven como para esperar?
He conocido algunas personas, pienso que si esas personas no están hoy conmigo es porque no ha sido el momento. No quiero que pase mucho tiempo, pero voy a esperar, espero que venga pronto.

Te he contado mucho acerca de mis experiencias, eres la persona que más sabe de mí, eres mi amiga y estoy contento que hayas aceptado esta entrevista, ¿qué piensas de tu amigo?
Que eres el primero que se va a casar si hay un matrimonio gay, jajaja… mentira, pero es que eres una persona que tal vez seas como el título de esta revista: ¿o eres o te haces? - Vuelve a reír -.

Me parece que te faltan muchas cosas, te falta mucha experiencia. Te aconsejo que experimentes más. Eres académicamente bueno, pero te falta ser más acogedor.

Por lo que me has contado, para el amor eres complicado, te falta experiencia. Estoy segura que eso lo alcanzarás con la edad.

¿Cuéntame cómo era en la universidad?
No recuerdo mucho de ti, no teníamos mucho trato. Recién nos empezamos a juntar en los últimos ciclos, solo recuerdo que intervenías bastante en clase y que a veces discutías con Romy. 

¿Y a quiénes recuerdas?
A Rossana, es una persona sensible, aunque ahora la he visto un poco superficial.

Izquierdo, fue la primera persona que me impresionó porque desde el principio nos quería comprometer con las bases del proletariado. Hizo una escenificación de huelga… Al ver eso me di cuenta que allí había un genio que se la tenía bien claras las cosas. Siempre hablaba de la universidad de la vida, donde decía que él aprendió. Le pregunté dónde quedaba, y  me dijo, la calle pues hija.

Sí, recuerdo de Izquierdo, recuerdo que repetía la frase de Mao: “hay que saber mucho de poco y poco de mucho”.

Rocío, es una persona que puedes querer y odiar… a veces se mostraba chabacana, pero luego tratándola me gustó su amistad.

Rosita, me parecía creída, pero la entiendo ahora, era una niña que todavía no había crecido. Aunque me sorprendió un día por su practicidad, teníamos un trabajo que presentar y no sacó el resumen, me dijo no hay que hacernos problemas, vamos a mandar a tipear de tal a tal hoja. Y eso es lo que presentamos.

Rosita, también me cayó mal en la universidad… pero ahora creo que si bien no somos amiguísimos, somos buenos ex compañeros. Me pasó la voz para un trabajo y le estoy muy agradecido por esa oportunidad, ya que siempre quise dictar clases de oratoria y justo me contrató para el verano del 2013.

¿Siempre quisiste ser profesora?
Quería ser periodista, quería viajar a distintos lugares, me alucinaba así con mi micrófono, viajando.
Pero me gusta la enseñanza, ahora lo que quiero es complementar, pero no cambiar… me llama mucho la parte social, me gustaría trabajar con grupos más grandes de jóvenes, señoras, niños, adolescentes…proyectos sociales, no quiero quedarme para siempre en el colegio. Siento que debo hacer un proyecto o ejecutar el proyecto.

Sabes, tengo problemas en el colegio con respecto a las calificaciones. La dirección se molesta porque tengo un alto porcentaje de desaprobados, en tus evaluaciones, ¿cuántos aprueban?
Yo enseño en un colegio público llamado Jorge Basadre de El Agustino, y la verdad que me he dado cuenta que los chicos no estudian. Antes – en nuestros tiempos – uno estudiaba, al menos uno decía ya voy a estudiar algo, puede que me soplen uno o dos preguntas, pero ahora los chicos quieren que le soplen todo.

Casi todos desaprueban. En un colegio público no hay chicos que quieran ser genios.

¿Tú no eres de Lima?
Nací en Lima, pero viví hasta los 7 años en Andahuaylas. Tengo muchos recuerdos de una infancia llena de capulí y árboles de eucaliptos.

¿Qué es el capulí?

Es un fruto serrano que sale en los meses de enero y febrero, recuerdo que recogíamos con unas canastas, subíamos a los árboles. En ese tiempo las chacras eran abiertas y podías recoger como hasta hace poco podías recoger los higos en Lima.

Si quieres participar como uno de nuestros entrevistados, has clic aquí.