26 ene 2011

Tú, sí tú, tú eres un político.

He conocido muchos dueños de empresas que están en contra de todo lo que sea política, dicen que ellos no son políticos y que los asuntos políticos no se deben tratar dentro de su empresa, ignorando que todos los que son eficientes “juegan a la política” al crear redes de obligaciones mutuas con otros colegas. A veces en un trabajo nos vemos obligados a formar alianzas o coaliciones, o bien a unirse a ellas. Los gerentes recurren a esas relaciones con el propósito de obtener apoyo para sus propuestas o decisiones y conseguir cooperación en la realización de diversas actividades.
La RAE dice que la política es: Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado. Entonces, el gerente, el dueño, aquel que dirige o tiene autoridad en la empresa es político. Aunque esa palabra no suene bonita en este país. Pero todos somos políticos, eso es natural, puesto que todos empleamos algunos medios para alcanzar determinados fines entonces nos valemos de la política y no podemos dejar de ser políticos. Como lo dijera Aristóteles, somos animales políticos, claro que Aristóteles se refería a los hombres de la ciudad, pero ahora el concepto moderno de político no sólo alcanza a los hombres que tienen los privilegios de vivir en la ciudad. Así que tú eres político y yo también, ahora qué tan buen políticos somos.



Si en la empresa queremos ser eficientes debemos crear relaciones y servirnos de la persuasión y el compromiso para lograr  las metas de la empresa, del mismo modo que los políticos hacen todo eso para que sus programas sean aprobados. Un buen político será el que simpatiza con sus votantes y por eso promete que atenderá aquello que los preocupa y, será mejor político, cuando cumpla lo que prometió. Entonces como gerente debe cumplir con sus obligaciones y con las promesas que hizo a sus subordinados en la medida que le corresponde.

Señores empresarios, debemos invertir más en la gestión del talento humano. Una empresa que tiene planes a largo plazo no cambia constantemente de colaboradores – si éstos cambian constantemente, en realidad no son colaboradores, son mercenarios -. Si estiman a su empresa deben pensar que su empresa no es sólo la infraestructura sino también los hombres que colaboran en su actividad. Tener trabajadores adictos es como tener votantes apasionados por su candidato, ellos harán de todo para que su candidato gane más y más votos. De igual manera, tener a un colaborador satisfecho hará que trabaje contento, feliz y mejor para la empresa. Eso lo consigue un buen político.