22 mar 2014

Contando hasta 5

Recuerdo muy poco de mis años escolares en la primaria y de esto siempre recuerdo con mucho aprecio a mi profesora María quien me enseñó hasta el tercer grado. Supongo que ella habrá utilizado el enfoque mecanicista, puesto que aún – ni siquiera en teoría, al menos aquí en el Perú – se hablaba del enfoque por competencias y más específicamente el enfoque centrado en problemas que le corresponde a la matemática. Sin embargo, tuve ciertas condiciones para aprender los números y las operaciones básicas, no tenía problemas y pienso que era feliz cuando hallaba los resultados de los algoritmos que mi profesora me proponía.

Sin embargo, no fue significativo porque desde entonces – si bien no lo pensé conscientemente – pensé que la matemática era como un curso especial que solo servía para ejercitar tu mente y no tendría mucha repercusión en la realidad.

Actualmente, me preocupa mucho que en algunos colegios particulares – y esto no por los docentes sino por la dirección y/o promotoría – los niños de inicial y los primeros años de la primaria se ven obligados aprender rangos numéricos que no les corresponde para su edad. Ellos se esfuerzan y mecánicamente logran aprender esos rangos, pero tendrán esa percepción que tenía, cuando era niño, de que la matemática no tiene ninguna relación con la realidad.

Es importante que los niños de inicial y de los primeros años de primaria trabajen con rangos pequeños, porque debemos pensar que ellos aún están en el pensamiento concreto y que la matemática requiere que el niño no solo aprenda los números sino que pueda realizar actividades de comprensión y razonamiento de estos números. Esto lo hará a través de los materiales estructurados y no estructurados que el/la docente le alcance y por ello es preferible trabajar con un rango del 1 al 5 para los niños pequeños, del 1-20 para los de primer grado y del 1-100 para los de segundo como lo propone las rutas de aprendizaje.

En este sentido los colegios no deben buscar marquetearse – ya sean privados o públicos – diciendo que sus niños tan pequeños ya saben contar rangos mayores y desarrollan problemas tipos; porque eso no es un aprendizaje significativo. El colegio debe velar porque el estudiante tenga un proceso de enseñanza-aprendizaje de calidad, que no lo violente.



Tengo una sobrina de 3 años, a quien le pedí que me ayudara a buscar mi sandalia, ella comparó la sandalia que tenía con otro par de calzados y me dijo graciosamente: tío te falta una sandalia.